sábado, 7 de mayo de 2011

San Lázaro y Sarria

El Camino se inicia en la ilusión de imaginar y fue tomando nombre y forma a través del albergue de San Lázaro, en Sarria. San Lázaro es un albergue que está alejado del corazón de esta ciudad por donde atraviesa con sus flechas el camino, así que si vienes de una etapa anterior te encontrarás con una cuesta que impresiona y un entretenido tramo de escaleras pero también con muchas opciones de alojamiento y restauración. Tanto si comienzas ahí como si vienes de lejos encontrarás todo tipo de tiendas que son auténticos oasis para el peregrino; sin ir muy lejos y antes de comenzar esa escalinata tienes una tienda en donde poder pertrecharte de todo lo necesario para caminar. Esta ciudad tiene otros muchos encantos, además de su historia, que merece la pena descubrir. Tiene un Mercadona, no muy lejos del albergue de San Lázaro; buenos restaurantes y tiendas, como ya comenté y bien comunicado, como puede asegurar cualquier lugareño que observa en estos días de Semana Santa la llegada incesante de peregrinos desde todas las partes del orbe. Hay cosas importantes para cuando viajas con el coche y es ¿Dónde aparcarlo para que pase unos cuantos días sólo? Nosotros decidimos dejarlo a la puerta del albergue, sabíamos por la experiencia de otros peregrinos que las hospitaleras echaban un ojo y que de cualquier forma estaba seguro allí. Con Alan las hospitaleras nos reconocieron rápidamente. Aquel día había mucha actividad debido a la afluencia de peregrinos que ya habían llenado todos los tipos de alojamiento de Sarria y empezaban a tener que buscar albergue en otros puntos del camino. Y esto después de que las hospitaleras acondicionasen el salón que tenía el albergue para alojar a unas cuantas personas. El albergue de San Lázaro es acogedor tanto por las instalaciones como por las hospitaleras que están siempre pendientes de ayudarte. Aunque no hacía mucho frío encendieron una calefacción de leña y mientras unos reposaban sus pies sentados en los sillones otros comíamos en las mesas y otros miraban el televisor a la espera del comienzo del partido. El baño no es muy grande pero creo que todos nos apañamos bien y todo está muy limpio, lo cual siempre ayuda. En cuanto a Alan no necesito mucha energía para llamar la atención de cuantos estaban cerca de él y paso un rato en brazos de uno y otro feliz de tantos mimos y atenciones, pero sabiendo que había que despertar temprano antes de las 22h nos fuimos a dormir, pues nuestra aventura, aún estaba por empezar.

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